La parroquia de Gualel, cuenta con varias tradiciones y costumbres, que se destacan especialmente en la religiosidad popular. Han permanecido a lo largo del tiempo y se ha convertido en una herencia cultural que viene de generación tras generación.
El mayordomo y la iglesia.
La Iglesia a través del evangelio reconoce a mayordomos o mayordomas, como esa persona a quien se le confía determinados bienes y se le encarga la responsabilidad de administrarlos para que rindan beneficio para el dueño de esos bienes. Se dice también que un mayordomo es aquel a quien se le confía suficientes recursos y la autoridad para que lleve a cabo sus responsabilidades designadas. Dios creó todo lo que existe, pero delegó al hombre la administración de todo lo creado. El hombre se constituyó en un mayordomo de Dios. Génesis 1:28. La meta principal de un mayordomo es ser fiel en el cumplimiento de sus responsabilidades. Note lo que dice 1 Corintios 4:2 Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.
Labores de mayordomas
Tal es el caso de las conocidas «mayordomas», personajes que acompaña a las labores propias del templo. A ellas se encargan la limpieza y compostura floral. Esta dignidad de profunda devoción es asumida por mujeres solteras, viudas o mujeres voluntarias de la comunidad.
Comunidad de Gualel sirviendo el altarcaldo en el día de la compostura, previo a la fiesta en honor a la virgen del Rosario.
El encargo dura un año y es específicamente para cada santo o celebración religiosa, sea esta de la iglesia central o las capillas barriales. Así tenemos las mayordomas de Semana Santa, Corpus Cristi, Fiesta de la virgen del Rosario, Navidad, ect. Una vez cumplida la fiesta, se eligen sucesoras que cumplirán las mismas actividades propias de esta tradición.
Para el caso de la iglesia central de Gualel, 22 mayordomas cumplen este apoyo fundamental para que el templo esté limpio y con los respectivos arreglos florales. Ellas elaboran los arcos, cintas, estrellas de flores y demás detalles típicos de nuestra iglesia, respectivamente. Mientras que los devotos y comunidad apoya con flores y materiales propias de la compostura.
Las mayordomas tienen estrecha coordinación de sus actividades con el párroco, priostes y síndico correspondiente.
Cuando se acercan los días de fiesta, según el caso, 15 días u 8 días antes, las mayordomas preparan el famoso altarcaldo. Que no es otra cosa que un almuerzo típico en el día de la compostura, que empieza con el café con pan y queso, caldo de gallina, res o borrego y cuy con torteros, además se brinda chicha de maíz u horchata. En este servimiento los priostes de la fiesta reciben cuy y gallina entera, mientras que los invitados y comunidad en general recibirán presas de cuy y gallina. Ya en el día de víspera de fiesta, serán los priostes quienes inviten a un servimiento a las mayordomas.
Esta tradición es parte del amplio patrimonio inmaterial, que se extiende organizadamente a lo largo de todo los 15 barrios, capillas y familias de nuestra parroquia. Como vemos su labor es de gran altruismo, fe y sobre todo confianza entre la comunidad.
Foto y video: Miriam Morocho.